En el ángulo…


Y así la vida me pone siempre en el ángulo donde no puedo ir para atrás; estar inmóvil, tal vez, pero tampoco para siempre porque el respiro gangrena; la única vía admisible es ir hacia adelante y con una tolerancia de 45°.

Entender que todo es perfecto así como es en este preciso instante es el valor más inestimable que he adquirido en estos años ¡y el camino ha sido largo!.

El corazón me duele, señal de que mi sangre consiente.

No es necesario que me entiendas, en algún punto de nuestras vidas sentimos todos lo mismo.

 

El punto de llegada


Creciendo comencé a cuestionarme sobre cómo funcionaba esta vida y siempre tuve la convicción de que cada ser tiene un solo y un único punto de llegada predestinado – que no es la muerte -.

La muerte a todos nos llega, no es única, no hace diferencia alguna, no excluye a nadie. La muerte es la única cosa que sabemos que nos llegará sin discriminación y, a mi modo de pensar, es lo que nos garantiza que seguiremos viviendo…

Todavía lo pienso.

Imaginaba, en aquel tiempo, que cualquier camino yo tomase me pasaría siempre algo que me conduciría a mi punto de llegada o que me encarrilaría si el desvío se estaba alargando más de la cuenta.

Era solo una niña, en ese tiempo solo pensaba, ahora lo creo.

En el mismo punto de partida


He dado un giro de 360° y me encuentro en el mismo punto de partida pero yo no soy la misma; la cintura alargada y esas dos desvergonzadas que sin pena se han plantado en el entrecejo no mienten, así como no miente este corazón que se siente renovado.

Me encuentro en el mismo punto de partida pero la mujer que está por partir es otra.

Es una perfecta incompleta, con un libre albedrío empoderado y una clarividencia que le dan la lucidez para enteder que no tiene límites sino los que ella se impone; que no está libre de problemas pero que prefiere verlos como oportunidades; que tiene la certeza que cuando se rebusca adentro, duele, y que sacar los esqueletos escondidos debajo de las costillas cuesta – por lo bajo un par de tachos de lágrimas – pero que luego el alma se siente ligera.

Todavía está latente en mí el amor por la escritura y el terror de dedicarme solo a ello.

Pero a este punto me digo ¿qué importancia tiene dedicarme solo a ello?… mejor vivir para contarla como decía Gabo.

Y es eso lo que haré, contarles lo que he vivido.

¡Un 2018 en éxtasis!


Lo que único que me extasiaba de «Sex and the City» era cuando Carrie escribía su artículo.

Han pasado por lo menos quince años y sigo probando esa sensación ¿cómo escribir lo que pienso sin pujo y sin vergüenza? Sin temor a la crítica, al ridículo, a sentirme inexperta, ignorante y no adapta. Sin nada que contar ni aportar.

Esa era yo. Ahora me acepto. Con faltas de ortografía y sin títulos, transpirando soledad y no tabaco. Sintiéndome en compañía de amigos que no conozco en esta búsqueda continua de respuestas del ser y su razón de ser en esta vida…

Me faltaba solo una cosa: lanzarme. Me he auto-extasiada.

¡Feliz 2018!

29 ABRIL 2015: NI SABER DE ADIÓS, NI OLER A PAUSA DE REFLEXIÓN


Autor: Blogracho

Este post no debe ni saber de adiós, ni oler a pausa de reflexión. No es un adiós porque seguiré escribiendo, ni es una pausa de reflexión porque no estoy buscando un modo diplomático para terminar con una relación: yo no dudo de mi amor por la escritura. Es un post para contarte como están las cosas.

La semana pasada que no pude escribir por temas personales tuve la oportunidad, a más de reposarme, de reflexionar sobre la importancia del blog, de la escritura y otros aspectos primordiales para mí; y no sé si por casualidad o porque era lo que yo estaba buscando y necesitaba en ese momento, llegó a mis ojos esta frase: proyecta bien tu vida y sigue adelante con confianza.

Y es por esto que en este momento es necesario que yo desacelere, no sin antes informar a mis lectores que esa promesa – hecha con la ilusión de crear un vínculo publicando todos los días a media noche – no puedo seguir manteniéndola.

Por el momento no sé con qué periodicidad lograré publicar, pero me esforzaré a continuar con las publicaciones de “The Elements of Style” todos los martes y miércoles.

Hasta la próxima.

20 ABRIL 2015: DADME UN BALCÓN Y SERÉ PRESIDENTE


Autor: Blogracho

José María Velasco Ibarra[1] dijo: “Dadme un balcón y seré presidente”.

Yo te digo: “Dame diez palabras y seré una escritora”.

Regálame diez palabras: las que se apoderen de tus pensamientos en este momento o aquellas que representen algo para ti o aquellas que detestas o aquellas que amas o de cada una de estas categorías; tuyas, robadas, profundas o superficiales. Simplemente, escríbeme diez palabras, y daré lo mejor de mí para regalarte un cuento.


[1] José María Velasco Ibarra (Quito, 19 de marzo de 1893-30 de marzo de 1979) fue presidente del Ecuador por elección popular en cinco ocasiones, en dos de estas se autoproclamó Dictador. (Wikipedia)

07 ABRIL 2015: TERCER ANIVERSARIO


Autor: Blogracho

Ayer Blogracho cumplió tres meses, y las estadísticas del Blog no pintan mal:

statistiche

La que pinta mal en estos días soy yo… Estoy pasando por lo que yo he decidido llamar «una crisis de identidad gratuita».  Seguir leyendo

13 MARZO 2015: COMO GATO ENLOQUECIDO


Autor: Blogracho

Los cuarenta y cuatro minutos ya pasaron y yo apenas estoy iniciando este post. Cómo quisiera volver a inicios de este año y mirar la televisión un viernes por la noche en completa calma o caer rendida poco después de las diez de la noche. Olvidarme que hice un compromiso contigo y que quizás soy la única que lo recuerda y a la única a la que le importe. Me repito que es inútil: que para escribir un gran mojón de palabras es mejor no escribir nada. Pero en el intento de auto-doblegarme esta idea salta como un gato enloquecido – y los gatos nunca se equivocan – respiro y me recuerdo que un día te prometí que crearía un vínculo contigo, que te hablaría todos los días a media noche de Italia, y es eso lo que estoy haciendo.

Pero el escritor es humano y su vida es como la de cualquier personaje de un libro, y yo no soy más que otro personaje de este libro infinito; que al autor de este libro no le convence de mí esto o aquello y que está probando a limarme, a quitarme los excesos y a completarme con lo que me falta, que me está modelando.

Hoy estoy abatida.  Me alegra no haberte fallado, pero siento no haber hecho lo mejor que podía.

05 MARZO 2015: EN TODAS LAS CONJUGACIONES POSIBLES


Autor: Blogracho

¡Hoy dos meses del blog! Todo del puta madre – en todas las conjugaciones posibles: sacadera de puta, sacadera de madre, del hijuemadre – y así sucesivamente.

Gratificante sí, pero extenuante.

Tanto lo aprendido, tanto lo mejorado, que una semana no me bastaría para contarles todo. Pero de una cosa quisiera hablarles, algo que me ha golpeado como resaca con vino de mesa.

Alguien cercano a mí, y que leyó mis post apenas supo que andaba de bloguera, me dijo que no me reconocía, que escribía en modo triste y como alguien insatisfecho y reprimido. Y tanto para completar la resaca, como cuando se tiene que trabajar al día siguiente, me preguntó si yo era feliz.

Para tranquilidad de esta persona, sí, y sigo siendo la misma de hace diez o quince kilos atrás. Esa a la que la vida no le da problemas, le da solo oportunidades. Esa que está en el top ten de las diez preferidas de Dios. Esa que ve siempre el vaso lleno y con unos hielitos picados, hojitas de hierbabuena (a veces hierba de la buena), azúcar de caña, que el ron no lo ve porque va mezclado con el agua y limoncito.

El punto es que escribir literatura, no es como escribir un diario. Y eso es lo que yo intento, escribir literatura, a través de textos donde pongo en práctica lo aprendido. Pero me pregunto, por qué no. Si escribiera un poco de mí misma, no un diario, pero algo donde comparta más detalles de esta experiencia de escritor que da sus primeros pasos, quizás no resultaría muy triste y podría regalar un poco de mi optimismo y de lo poco que sé y sin dudas me resultaría más fácil escribir. Una especie de On writing de un blogracho…  Volviendo a poner los pies sobre la tierra y antes de finalizar, gracias a todos mis blogros y blogueros. Los resultados obtenidos para muchos será poco, para pocos será mucho, para mí una confirmación que tengo que seguir escribiendo, con o sin literatura.

05 Febrero 2015: ME GUSTA CUANDO TE GUSTO


Autor: Blogracho

Hace un mes me embarqué en esta aventura, y fue como zarpar en una de las carabelas de Colón. Pero no caí ni en la Niña, ni en La Pinta, ni en La Santa María; WordPress, esa fue mi nave.

Y si Colón descubrió América, yo me descubrí a mí misma en un nuevo mundo, que al cabo de un mes obtuvo: 1150 visitas, seguidores vía email 405 y blogueros 134, y 130 me gusta. Para muchos será poco, para pocos será mucho, para mí una confirmación de que tengo que seguir escribiendo, porque escribir es lo mío, porque escribir me gusta.

Y me gusta cuando te gusto, porque para mí es una recompensa a mi esfuerzo. Y me gusta aún más cuando vuelvo a gustarte porque aprendo a conocerte. Sé que uno de mis blogueros ama la ironía; que una es una romántica inexorable; otra es muy joven y tiene una mochila llena de sueños; sé que uno es un ilustre caballero y usa las buenas maneras para corregirte; que una se siente un poco grande para estar en éstas cosas pero ignora que tiene un espíritu fresco; uno es un gran poeta y yo adoro su poesía. Y ahora sé también que no soy la única a experimentar los traumas de la pubertad por la que atravesamos los escritores nóveles. Sé que a 405 he intrigado y que estoy tratando de descubrir qué cosa pudo haber sido.

Me gusta haber descubierto mi nuevo mundo, porque me estoy enriqueciendo con solo cuarenta y cuatro minutos al día.

Me gusta porque cada día me despierto con ganas de hacer mejor mi trabajo para poder llegar a mi casa y trabajar en lo que me gusta.

Me gusta porque ahora doy valor al tiempo, y he aprendido que diez minutos al día dedicados a cada uno de mis hijos haciendo lo que a ellos les gusta, valen más que mandarlos a las mejores universidades. Y me gusta porque con mi marido hago lo mismo, porque un matrimonio al fin y al cabo es como una novela que hay que ir construyendo todos los días.

Me gusta cuando recibo un mensaje porque siento que puedo comunicar con alguien y que lo que he escrito a alguien ha llegado; y me termino por convencer de que el mundo tiene ganas de hablar a pesar de lo que se dice, que la gente no comunica. Es que el Mundo sigue siendo el mismo, lo único que ha cambiado son los medios.

En algún libro leí que los lectores de Charles Dickens abarrotaban las calles en espera de la nave que llevaba los episodios de sus historias en América. Y cuando terminé de leer el párrafo pensé que eso era magnífico, lo máximo que le podía sucederle a un escritor. Y entonces volví a soñar y me decidí a zarpar en esa nave.