Cuando aniego


Cuando aniego en el agua salada de mis lágrimas yo revivo.

¿Qué más dulce y más amargo puede haber de las propias lágrimas?, allí donde residen las ilusiones de un ayer desvanecido en el libro de las memorias y de un mañana rociado del fulgor de los pensamientos.

Ha sido solo cuando he caído que he catado el gozo de la gloria y he sentido la paz y la serenidad del ser nada.

14 Enero 2015: SI SOLO PUDIERA


Autor: Blogracho

Esta tela me ajusta. Si sólo pudiera estirar las piernas y los brazos. Nunca lo he hecho… estirarme. Estoy llorando para aumentar el volumen de esta agua. Vivo todavía gracias a mis lágrimas. Me dormí con ese rumor. Desde aquí no se escucha muy bien, pero estoy siempre en espera de oírlo. Cuando lo siento, sonrío. Desde hace días que no lo escucho. Me estoy cansando de llorar. Ya no estoy llorando. Ya no hay agua. Me estoy secando.

***

Con este microrelato participé en el concurso PLUMA, TINTA Y PAPEL II en el 2013. Para mi sorpresa fue seleccionado para formar parte de la antología.

Fue el primer, y hasta aquí el único, concurso en el que he participado. ¿Suerte de principiante?