28 y 29 Enero 2015: CARTA A KURILONKO


Autor: Blogracho

Sigue escribiendo para ti, pero en lugar de guardar lo escrito, publícalo.

La consulta de kurilonko (blog)

28 de enero 2015

Estimado Kurilonko,

Tengo que hacerte una confesión. He leído tu post haciendo todas las combinaciones posibles e imaginables: en lugar de guardar lo escrito, publícalo para ti, sigue escribiendo; o: lo escrito publícalo escribiendo, sigue pero guarda para ti, en lugar de; y así sucesivamente…

Quería que supieras que estas palabras tienen el encanto de la brisa; capaces de emocionar y expoliar a la memoria sin que esta perciba que ha comenzado a caminar desnuda.

En toda mi vida no he escrito otras cosas que no sean mis diarios, lo paradójico es que siento un rechazo por los libros de este género.

Puedo pasarme la noche en vela devorando On Writing, de Stephen King, aunque de este autor no haya leído ni un solo libro. Pero cuando se trata de diarios íntimos, reales o ficticios, no paso de las primeras páginas; no son este tipo de intimidades las que me procuran el placer del voyeurismo.

Cuando tenía catorce años no terminé de leer el Diario de Ana Frank; era como tomarme un somnífero. Después de algunos años probé a leerlo de nuevo y obtuve el mismo efecto, pero esta vez me sentía disgustada conmigo misma por ser tan insensible y apática, y terminé por archivarlo, no sin antes esforzarme a entender el porqué de mi conducta. Lo mío no era apatía -¿sabes? Es solo que nunca he soportado las guerras ni los sufrimientos, aunque la historia se obstine en justificarlos hasta con lo divino. Por eso decidí que recordaría a Ana por su capacidad de comunicar, que va más allá de lo que las palabras dicen. Porque Ana podía ver el alma de las palabras, y transmitirlas.

Del diario de Bridget Jones, ni hablar, jamás me ha entusiasmado leerlo. Me basta y avanza con las mías de obsesiones, y el sobrepeso es un argumento del cual hay material suficiente en mis diarios.

Tampoco pude terminar de leer el diario de Anais Nin. Pero debo admitir que, de lo poco que lo leí, me gustó el uso que ella hacía de la puntuación. Debe ser propio buena en este género. Según la crítica, la mejor obra de Anais Nin son sus diarios. Pero yo tampoco soporto la desolación del abandono y del abuso -¿sabes?, así que también terminé por archivarlo. Además, Anais y yo tenemos modos tan diferentes de consumir la vida, que no encontré estímulo para seguir leyéndola. Miento, en algo nos parecemos: en la necesidad de escribir en nuestros diarios. Aunque ella lo hizo siempre. Desde los once años, cuando recibió su primer diario, no se paró nunca.

Yo también empece por esa edad; pero yo en cambio los he escrito con la periodicidad con la que aparecen las infiltraciones en la pared de mi casa. La primera vez que apareció me obligué a eliminarla – la escritura no da de comer a nadie -, me dijeron, y yo me convencí de ello. Con el pasar de los años la mancha de la infiltración volvió a aparecer y esa vez preferí sustituir ese espacio con ladrillos nuevos, el desamor el amor y los hijos. Hasta que después me olvidé de esa pared, y cuando menos me lo esperaba sentí la necesidad de ir a ver cómo estaba, y ya no vi nada, porque toda la casa estaba infiltrada.

Bueno, creo haber dicho más de lo que te hubiese interesado escuchar, Kurilonko; pero todo este preámbulo, que me costó dos días completarlo, era necesario para decirte que me has abierto los ojos: es hora de que empiece a escribir algo que yo sea en grado de leer.

Te seré grata siempre.

Con afecto,

21 Enero 2015: YO GANAS SIEMPRE TENGO


Autor: Blogracho

De dos años a esta parte me volví obsesionada de los libros.

Así como pasa con la ropa, los discos, las películas, los juegos electrónicos o cualquier cosa que implique sacar plata del bolsillo. A mí me pasa con los libros.

Yo amo comprar libros por el solo gusto de tenerlos; para que cuando tenga ganas, de leerlos, estén ahí, prontos y a mi disposición.

Yo ganas siempre tengo. Tiempo para hacerlo es lo que me falta.

Pero desde hoy y por el resto del año, no compraré ni un solo libro. Lo prometo. Y a ver si comienzo a leer algo, que el arte no se transmite por telepatía.

Ni siquiera para un quickie tengo tiempo.

Es así señores escritores, si no se nos ulceran los codos de tanto martillar el teclado y no nos curamos las cataratas con Colirio de Lectura, este aparato reproductor de palabras se nos oxida.

Por eso desde hoy comienzo a hacerlo cada vez que tenga ganas, aunque me falte el tiempo. Un quickie al día o máximo cada dos días.

Escritura quickie, lectura quickie. De un solo tirón, pero con derecho a repetir.

20 Enero 2015: MI PASIÓN POR LOS RELATOS CORTOS (SHORT STORIES) Y RAYMOND CARVER


Autor: Blogracho

CARVERMe apasioné de éste género la segunda vez que encontré a Raymond. La primera, cuando me llevó a su Catedral y me la mostró con los ojos vendados, quedé flechada y con ganas de volver a verlo. Pero fue la segunda vez, cuando pude ver dentro de su tintero, que perdí la cabeza por él, por su género, y supe que él también sentía lo mismo que yo.

“Había entendido que me sería difícil escribir una novela, debido a mi incapacidad para concentrarme en algo por un período de tiempo apreciable. […] Tenía que ponerme en la mesa y escribir algo para terminarlo ahora, no más tarde o al regreso del trabajo, y antes de perder el interés. […] En aquellos días imaginaba que, si hubiese logrado separarme una hora o dos al día solo para mí, después del trabajo y la familia, hubiese sido más que suficiente. El paraíso. Y era contento de tener esa hora. […] Así de propósito y por necesidad, me limité a escribir cosas que sabía que podía terminar en una sola sesión, dos sesiones al máximo. Estoy hablando de los primeros borradores. He siempre tenido la paciencia de rescribir. […]”*

Supe que él era mi alma gemela. Y también yo la suya. Que él escribió esto para mí, para cuando nuestras vidas se cruzaran, y que él me susurraría sus angustias y que yo le acariciara su rostro de papel, deslizando suavemente mi mirada en cada una de las palabras de sus relatos.

*Il mestiere di scrivere, Carver Raymond.

12 Enero 2015: SI NO LO USAS, QUÍTALO DEL MEDIO


Autor: Blogracho

Y no me refiero solo a esos libros de escritura creativa con los que me las estoy entreteniendo en el último periodo, me refiero a todo lo superfluo y que no aporta significado.

De qué te sirve tener una vajilla polvorienta para las grandes ocasiones cuando nunca organizas una comida en tu casa. Diez sábanas bordadas cuando con las dos de algodón te las arreglas perfectamente y sin ocupar todo ese espacio. Juguetes, libros, comidas, ropa, zapatos, sillas, papel de regalo, joyas, música, carteras, caminadora, –adverbios destartalados, adjetivos arrinconados, entonces por donde quiera-. ¡Cuántas cosas inutilizadas!

Tira esos platos astillados y usa la cristalería que te regalaron la mismísima noche de bodas. Y a esas sábanas descoloridas hazlas trapo y regálate un sueño renovador en ese jardín bordado; que la calidad de la vida no se mide con él número de lo que posees, recuérdalo, si no con el uso que haces de ellas.

Así que, queridos colegas, escritores nóveles: no nos amedrentemos si no podemos darnos el lujo de tirar nada porque contamos solo con unos cuantos libros leídos como platos, vasos pequeños y empañados de donde beberemos hasta embriagarnos con nuestras mismas palabras, y tenedores y cuchillos de madera con los que agarraremos esos filetes jugosos de oportunidades y los cortaremos en trocitos, a nuestra manera y estilo. Porque si en algo nos parecemos, nosotros, los escritores nóveles tardíos, es en las ganas que tenemos de hacer con dos huevos, una papa y un dedo de cebolla, la mejor tortilla española de éste mundo. Y no vamos a necesitar ni de platos ni de tenedores porque te las vas a querer comer calientitas, como están ahora.